Conocí a Carlos hace 22 meses+1 año y 4 meses+15 meses+1 año y 8 meses. No es tanto pero en este tiempo aprendimos mucho del otro y ahora nos contamos casi todo. Carlos no está muy decidido, pero por lo menos estamos de acuerdo en que está loca, pero es una loca buena... creemos. Carlos a veces dice que no quiere estudiar nada y otras dice que se quiere ir a estudiar a Estados Unidos. Carlos es indeciso, pero está bien, yo lo dejo. Ultimamente Carlos está triste, por varias razones. A veces por su vida en general, a veces por alguna chica y a veces no me cuenta por qué, pero yo igual sé la razón, obvio. Con Carlos no hablo muy seguido, pero cuando nos juntamos, somos dinamita… o mas bien una bengala sumergida en dos cuartos kilos de helado. Igual, con Carlos hablo todos los días y cuando no me habla, sospecho. Siempre se pone en el lugar de victima, pero yo entiendo que lo hace como una demostración de cariño que, además, es un reclamo de atención. A veces me gusta eso y a veces me molesta. Depende el día. Carlos está escribiendo mucho estos días, la mayoría de las cosas que escribe me gustan, pero a veces se mete mucho en un posible personaje en el cual se quiere convertir en un futuro y sus escritos se politizan un poquititititito mucho (para mi gusto). A Carlos le gusta visitarme a altas horas de la noche (≠ booty call), ver películas y, cuando terminan, no hacer nada. La ultima vez a mí me venció el sueño, pero creo que a él le gustó la película porque ahora esta semi obsesionado con el arte de aprender a contar cartas en el blackjack y ganarle al turbio croupier. Además, con Carlos hacemos otras cosas juntos, como ir a kermesses, pasear por mi barrio o pasar horas viendo videos (pseudo graciosos) en youtube. Carlos se lastimó la pierna hace poco, haciendo lo que más le gusta (pasión que yo no entiendo después de 84239 lesiones casi fatales), por lo que yo me dediqué, durante su recuperación, a convertirlo en un chick-flick lover que come chocolate y helado más seguido que Bridget Jones. Carlos sabe que puede contar conmigo para todo, incluso para opinar sobre cosas que nunca voy a entender y/o que nunca me van a interesar, pero igual… yo le digo la verdad, (casi casi casi) siempre, porque… ¿cómo mentirle a Carlos?
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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