- Un short nevado de American Apparel como el que tengo en gris pero en fucsia, porque fui muy tonta y aburrida y puritana y mojigata al no comprármelo
- Medias cancán con puntitos (finitas, negro sobre negro, como en el video de Bombay)
- Un scrunchie amarillo de terciopelo
- Un corpiño (medio topcito, medio bikini retro ponele) de charol
- Mitones cancheros
- Almohadones (infinite supply) o, en su defecto, fundas de
- Un frasco de mi perfume, porque ya ni hace ruidito de respiración
- Muchas golosinas de las que me gustan (ver portfolio de productos de la marca Trolli)
- Libros que no pueda soltar
- Temporadas de “Clarissa lo explica todo”
- Un vale por 100 entradas al cine (algunas con compañía previamente estipulada)
- El mundo
- Salud (léase un año sin sinusitis ni cefaleas)
- Una isla con biomas y microclimas a elección
- Un caniche micromicromicronano toy llamado (opciones): Boris, Blitzen, Donder, Soponcio, Plankton.
- Un esclavo (part-time) que haga las cosas que: a) no me salen, o bien b) me da fiaca hacer (ej: cargar los mapas del gps, ordenar mi biblioteca [sucursal cuarto], mandar saludos de cumpleaños, etc)
- Un cuaderno con todas las frases de canciones que me gustan, clasificadas y con índice (el criterio de la clasificación lo dejo a elección del regalador)
- Un parabrisas nuevo
- Medias (soquetes) del alto perfecto (que no parezcan ítems de memorabilia de Björn Borg pero que tapen los talones en su totalidad para que no me lastimen mis zapas del culo perfecto)
lunes, 13 de diciembre de 2010
Tout ce que je veux c'est le monde
Faltando 43 días para mi vigésimo cumpleaños, quiero manifestar que mis deseos materiales incluyen (pero no están limitados a):
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